domingo, 20 de enero de 2008

Capítulo 5.- La desición de Harry.

Todo estaba oscuro, se sentía muy débil, escuchaba voces a lo lejos, pero no entendía lo que decían, le dolía todo su cuerpo, en especial su cicatriz. Las voces se hacía cada vez más claras, pero Harry no las reconocía.
<< 'Son tus amigos' >>, << 'claro que no' >>, << ¡mátalos, mátalos a todos! >>, << ¿te aprecian por lo que eres o por quien eres? >>, << ¡únete a MÍ! >>.
Harry no entendía nada, podía sentir su respiración entrecortada y su corazón latir violentamente, como si hubiera recorrido kilómetros huyendo de algo, o alguien. Todo seguía oscuro, como si se hubiera quedado ciego y estuviera perdido en las tinieblas. Harry seguía escuchando esas voces y con temor se dio cuenta que éstas procedía de su propia cabeza; había una en especial, fría, penetrante y despiadada que predominaba sobre las otras: << ¿porqué estar de lado de aquellos que te han humillado y despreciado? >>. En su delirio, Harry escuchó su propia voz preguntar:
- ¿Quién eres?
- Me conoces muy bien.
<< ¡Mátalos! >>, << ¡aléjate de ellos! >>, << ¡no merecen tu amistad! >>. Era como si mil personas lo acosaran en su cerebro.
- ¿Qué es lo que quieres?
- Darte una última oportunidad… Harry.
Hasta entonces lo reconoció, aquella voz aguda, gélida y cruel. ¿Como no se había dado cuenta?, esa era la voz de:
- Voldemort.
- ¿Seguro que tus amigos son realmente tus amigos?
- No entiendo.
- Únete a mí y podrás vengarte de aquellos que te humillaron, hazlos temer, que se arrepientan y supliquen por sus vidas ante ti, que deseen jamás haberte conocido.
Harry no contestó. Entonces apareció la vocecita que Harry conocía muy bien.
- ¿Porqué no? – dijo la voz.
- Él mató a mis padres – contestó Harry a la vocecita.
- Todos te aprecian por el nombre que tienes, ni siquiera te conocen.
- No – insistió Harry.
- Oh, si, claro, pero... ¿cuántos seguirían a tu lado si no fueras Harry Potter?
Aquellas palabras pusieron a Harry en duda, no supo que contestar, ¿y si la voz tenía razón?, ¿realmente podía confiar en los que se decían sus amigos?…

Harry abrió los ojos, el dolor y la fiebre se habían ido justo como llegaron, de repente. Pero algo era diferente ahora, se sentía diferente, como si fuera mayor, más fuerte, más inteligente, más poderoso. Era muy temprano por la mañana, Harry se puso sus lentes y se dio cuenta de que la Sra. Weasley se había quedado dormida recargaba en el borde de su cama, parecía haberlo cuidado toda la noche. Harry intentó levantarse con mucho cuidado para no despertar a nadie, pero no lo consiguió. La madre de su amigo se enderezó inmediatamente, Ron también se despertó y el resto de sus amigos aparecieron minutos más tarde al escuchar que él se había levantado.
- ¡Harry, querido, por fin despiertas!, ¿cómo te encuentras? – ella tocó su frente para averiguar si seguía la fiebre. Sonrió cuando comprobó que ésta se había ido.
- Estoy bien, ya me siento mejor, mucho mejor.
- Si que nos diste un buen susto anoche, Dumbledore se fue hace solo un par de horas, estaba muy preocupado. ¿De verdad ya te sientes bien?.
- Claro que me siento bien – dijo Harry con una amplia sonrisa para que dejaran de preocuparse – de hecho, tengo muchísima hambre.
- Muy bien, entonces bajaré a preparar el desayuno, que bueno que te sientas mejor.
Sus amigos lo miraron muy detenidamente.
- ¿Fue Voldemort, Harry? – preguntó Hermione (directo al grano.)
- ¿Atacaron a alguien, viste algo, que fue? – agregó Ron, con preocupación.
- No lo sé. – respondió Harry – la verdad no recuerdo nada desde anoche.
- Pues nos asustaste. – comentó Ginny.
- No era mi intención.
- Lo sabemos, pero ¿en serio no recuerdas nada?.
- ¿Porqué?.
- Murmurabas cosas muy raras, como a Voldemort y tus padres.
A Harry se le aceleró el corazón, claro que recordaba todo, pero tenía miedo de decírselo a sus amigos, aunque no sabía bien porque.
- Pues… de verdad no recuerdo nada.

Estaba asustado, y mucho; esa conversación lo había alterado sobremanera, no porque fuera Voldemort con el que charlaba, ni por lo que éste le proponía; lo que tenía más preocupado a Harry era el hecho de que empezó a dudar, no sabía si aceptar o no la propuesta de su mayor enemigo. Se supone que Voldemort mató a su familia y ha tratado de matarlo a él casi desde que nació, Harry debería odiarlo y no considerar su propuesta. Harry trataba de convencerse a sí mismo de que lo que la vocecita de su cabeza decía no era en serio y que Voldemort seguía con la idea de asesinarlo, aunque una minúscula parte de su cerebro no estaba convencida del todo. Pero había aún un temor más grande en su corazón, Voldemort lo hizo dudar de la amistad de sus amigos, << ¿realmente son mis amigos? >>, pensaba, << ¡claro que son mis amigos, ellos han estado conmigo siempre! >> se decía a sí mismo << ¿cómo puedo dudar de ellos? >>. Pero la vocecita de su cabeza insistía << 'pero.. ¿y si tiene razón? >>. Harry estaba muy confundido, no sabía por qué titubeaba, tal vez, en el fondo de su corazón quería venganza por tantos años de maltrato y humillación.

A partir de ese día Harry empezó a comportarse extraño, se volvió más hosco hacia sus amigos y continuamente estaba solo en su habitación, meditando las posibilidades que tenía. Era su destino enfrentarse a Voldemort hasta la muerte, por eso él lo quería matar desde un principio, ¿porqué ahora quería que se unieran?, no era lógico. Harry recordó cómo se sentía las navidades pasadas, cuando presenció el ataque al Sr. Weasley y lo que sucedió en el Atrio del Ministerio de Magia la noche en que Sirius murió; ¿y si Voldemort trataba de controlarlo o poseerlo?, o peor aún ¿y si lo convencía de unirse a él o de dañar a Ron o Hermione o a alguien más cercano a él?. Harry se sintió de pronto como una amenaza para todos a su alrededor, no quería ser demasiado sospechoso e irse de la casa porque sabía que no lo dejarían, pero al menos se retiraría un poco encerrándose con Buckbeak la mayor parte del tiempo. Como era de esperarse sus amigos notaron el distanciamiento, pero lo asociaron a que Harry extrañaba a Sirius, así que no lo molestaban mucho, excepto Hermione, que seguía terca en hablar del tema, según ella, para que Harry se sintiera mejor y pudiera superarlo más rápido.

Harry había tomado una decisión, conservar sus problemas y preocupaciones solo para él y no compartirlos con nadie, no arriesgar la vida de nadie más por estupideces y lo más difícil, para poder cumplir con las dos anteriores, debía tragarse todas sus emociones (dolor emocional, odio, miedo), disciplinarse, se más frío y calculador para no mostrara su debilidad, que era su corazón, sus amigos. Ahora entendía lo que decía Snape acerca de su “debilidad”. Voldemort la conocía y por eso murió Sirus. Harry se dejaba llevar por sus emociones y sus sentimientos, pensaba con el corazón y no con la cabeza, ese sentimiento que tenía de que solo él podía resolver los problemas del mundo mágico, su “complejo de héroe” y “su manía salvadora” lo convertían en presa fácil para sus enemigos, Lord Voldemort lo sabía muy bien. Ahora Harry sería impasible ante todo y ante todos, aunque eso suponía alejarse y dejar de confiar en sus amigos y enfrentar solo su destino.

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